Ejemplos de Rima Consonante
Se le conoce como rima consonante al tipo de rima en la que los sonidos o fonemas que se repiten son tanto vocálicos como consonánticos. Por esta razón a este tipo de rima también se le conoce como rima total o rima perfecta, ya que es un tipo de rima que abarca todos los fonemas o sonidos.
Es importante recordar que los sonidos que se igualan en una rima se toman en cuenta a partir de la última vocal tónica. Las vocales se pueden dividir en átonas y tónicas; las primeras son aquellas que son pronunciadas sin intensidad, con un menor acento, mientras que las tónicas son las que se pronuncian con mayor fuerza de voz. De esta forma, en una rima consonante se van a repetir tanto las vocales como las consonantes que aparezcan desde la última vocal tónica. Veamos como ejemplo de esto el poema “Canción de otoño en primavera” de Rubén Darío:
Juventud divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro
y a veces lloro sin querer.
En este ejemplo tenemos dos rimas consonantes, una con “oro” y la otra con “er”. En ambos casos la rima comienza a partir de la vocal que se pronuncia más fuerte. En “tesoro” y “lloro” se comienza la rima a partir de la “o” de la penúltima sílaba ya que ambas son palabras graves. En “volver” y “querer” la rima comienza en la “e” de la última sílaba ya que son palabras agudas.
Generalmente, este tipo de rima se utiliza para clasificar composiciones poéticas. Lo más común es que la rima aparezca al final de cada verso, en la palabra con la que éste concluye. La rima se puede dar entre dos o más versos, y no hay un límite de repeticiones de una misma rima dentro de un poema; esto es decisión del autor. También existen las rimas internas, que son las que se dan entre palabras que componen un mismo verso.
Contenido del artículo
Tipos de rima consonante según su acentuación
1. Rima consonante oxítona o aguda. Es la que se da entre palabras agudas. Por ejemplo:
“Amor, amor, un hábito vestí
el cual de vuestro paño fue cortado;
al vestir ancho fue, más apretado
y estrecho cuando estuvo sobre mí.”
“Soneto XVII” de Garcilaso de la Vega
2. Rima consonante paroxítona o grave. Es la que se da entre palabras graves. Por ejemplo:
“Suave Patria: tú vales por el río
de las virtudes de tu mujerío.”
“La suave patria” de Ramón López Velarde
3. Rima consonante proparoxítona o esdrújula. Es la que se da entre palabras graves. Por ejemplo:
“Las hojas de color insípido
se mecen en un bosque insólito
entre susurros alcohólicos
y atardeceres melancólicos”.
Tipos de rima consonante según su distribución:
Dentro de un mismo poema una rima puede repetirse en las diferentes estrofas según distintos patrones para crear el efecto deseado. Existen algunas composiciones poéticas, como los cuartetos, que exigen una cierta distribución de la rima.
a). Rima continua consonante o monorrima consonante. Todos los versos riman de la misma forma. Ejemplo:
Levantóse un ángel, dijo: "Yo soy testigo, (A)
verdad es, no mentira, esto que yo os digo: (A)
el cuerpo, el que trajo esta alma consigo (A)
fue de Santa María vasallo y amigo (A)
Gonzalo de Berceo
b). Rima pareada consonante. Dos versos riman de forma continua, en pares. Ejemplo:
Porque veo al final de mi rudo camino (A)
que yo fue el arquitecto de mi propio destino; (A)
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas, (B)
fue porque en ella puse hiel y mieles sabrosas. (B)
Amado Nervo
c). Rima cruzada consonante. La rima se alterna en cada verso. El primer verso rima con el tercero; el segundo, con el cuarto. Ejemplo:
Pasó la edad en que la vida entera (A)
parece un blando y repentino ahora. (B)
Y vemos hoy la dicha verdadera: (A)
del llanto emerge y, sonriendo, aflora. (B)
Jaime Torres Bodet
d). Rima abrazada consonante. El primer y último riman, mientras que el segundo y tercero riman. Ejemplos:
¿Por qué a mi helada soledad viniste (A)
cubierta con el último celaje (B)
de un crepúsculo gris?... Mira el paisaje, (B)
árido y triste, inmensamente triste. (A)
Manuel José Othón
15 Ejemplos de rima consonante:
1. Fragmento de “Poderoso caballero es don Dinero” de Francisco de Quevedo
Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Nace en las Indias honrado,
Donde el mundo le acompaña;
Viene a morir en España,
Y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
Es hermoso, aunque sea fiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
2. Fragmento de “En el campo” de Julián del Casal.
Más que al raudal que baja de la cumbre,
Quiero oír a la humana muchedumbre
Gimiendo en su perpetua servidumbre.
El rocío que brilla en la montaña
No ha podido decir a mi alma extraña
Lo que el llanto al bañar una pestaña.
Y el fulgor de los astros rutilantes
no trueco por los vividos cambiantes
del ópalo, la perla o los diamantes.
3.Fragmento de “Recuerdos de Iza” de Carlos Pellicer
Sus mujeres y sus flores
hablan el dialecto de los colores.
y el riachuelo que corre como un caballo,
arrastra las gallinas en febrero y mayo.
Pasan por la acera
lo mismo el cura, que la vaca y que la luz postrera.
Aquí no suceden cosas
de mayor trascendencia que las rosas.
Como amenaza lluvia
se han vuelto morena la tarde que era rubia.
4. “Coplillas a un poeta muerto” de Pedro Garfias
Combatió con los nombres
y los redujo a cero.
Y se fue con los hombres,
a fuer de hombre sincero.
Caminó por el río
constelado de hervores
o celeste de frío
con los mismos fervores.
Tuvo un bote, una vela,
una mar, un empeño.
Y este viento que hiela
no le cuajó su sueño.
Se fue por donde vino
¡ay, Dios, de qué manera!
con un fuego de vino
quemando su quimera.
Fue tan triste su suerte,
vivió tan solo y viejo,
que ni su propia muerte
acompañó el cortejo.
Y se fue buen camino,
caminante serrano
derecho a su destino,
con su vida en la mano.
5. Fragmento de “Creo en mi corazón” de Gabriela Mistral
Creo en mi corazón, ramo de aromas
que mi Señor como una fronda agita,
perfumando de amor toda la vida
y haciéndola bendita.
Creo en mi corazón, el que no pide
nada porque es capaz del sumo ensueño
y abraza en el ensueño lo creado:
¡inmenso dueño!
Creo en mi corazón, que cuando canta
hunde en el Dios profundo el franco herido,
para subir de la piscina viva
recién nacido
6. Fragmento de “Letanías de la tierra muerta” de Alfonsina Storni
Llegará un día en que la raza humana
Se habrá secado como planta vana,
Y el viejo sol en el espacio sea
Carbón inútil de apagada tea.
Llegará un día en que el enfriado mundo
Será un silencio lúgubre y profundo:
Una gran sombra rodeará la esfera
Donde no volverá la primavera;
La tierra muerta, como un ojo ciego,
Seguirá andando siempre sin sosiego,
7. Fragmento de “Tu dulzura” de Alfonsina Storni.
Camino lentamente por la senda de acacias,
me perfuman las manos sus pétalos de nieve,
mis cabellos se inquietan bajo céfiro leve
y el alma es como espuma de las aristocracias.
Genio bueno: este día conmigo te congracias,
apenas un suspiro me torna eterna y breve...
¿Voy a volar acaso ya que el alma se mueve?
En mis pies cobran alas y danzan las tres Gracias.
8. “Soneto XXX” de Garcilaso de la Vega
Sospechas, que en mi triste fantasía
puestas, hacéis la guerra a mi sentido,
volviendo y revolviendo el afligido
pecho, con dura mano noche y día;
ya se acabó la resistencia mía
y la fuerza del alma; ya rendido
vencer de vos me dejo, arrepentido
de haberos contrastado en tal porfía.
Llevadme a aquel lugar tan espantable,
que, por no ver mi muerte allí esculpida,
cerrados hasta aquí tuve los ojos.
Las armas pongo ya, que concedida
no es tan larga defensa al miserable;
colgad en vuestro carro mis despojos.
9. “A Juan de Villegas” de Luis de Góngora
En villa humilde sí, no en vida ociosa,
Vasallos riges con poder no injusto,
Vasallos de tu dueño, si no augusto,
De estirpe en nuestra España generosa.
Del bárbaro ruido a curiosa
Dulce lección te hurta tu buen gusto;
Tal del muro abrasado hombro robusto
De Anquises redimió la edad dichosa.
No invidies, oh Villegas, del privado
El palacio gentil, digo el convento,
Adonde hasta el portero es Presentado.
De la tranquilidad pisas contento
La arena enjuta, cuando en mar turbado
Ambicioso bajel da lino al viento.
10. “A Francisco de Quevedo” de Luis de Góngora
Anacreonte español, no hay quien os tope,
Que no diga con mucha cortesía,
Que ya que vuestros pies son de elegía,
Que vuestras suavidades son de arrope.
¿No imitaréis al terenciano Lope,
Que al de Belerofonte cada día
Sobre zuecos de cómica poesía
Se calza espuelas, y le da un galope?
Con cuidado especial vuestros antojos
Dicen que quieren traducir al griego,
No habiéndolo mirado vuestros ojos.
Prestádselos un rato a mi ojo ciego,
Porque a luz saque ciertos versos flojos,
Y entenderéis cualquier gregüesco luego.
11. Fragmento de “La muerte de la luna” de Leopoldo Lugones
En el parque confuso
Que con lánguidas brisas el cielo sahúma,
El ciprés, como un huso,
Devana un ovillo de de bruma.
El telar de la luna tiende en plata su urdimbre;
Abandona la rada un lúgubre corsario,
Y después suena un timbre
En el vecindario.
Sobre el horizonte malva
De una mar argentina,
En curva de frente calva
La luna se inclina,
O bien un vago nácar disemina
Como la valva
De una madreperla a flor del agua marina.
12. Fragmento de “De la musa al académico” de Leopoldo Lugones
Señor Arcadio, hoy es la fiesta,
Es la fiesta del Carnaval.
Estalla al sol como una orquesta
Toda su cháchara jovial.
Lindos están el mar y el cielo;
Fermentan sátira y tonel;
La mosca azul detiene el vuelo
En tu saliva de hidromiel.
Traza mi castañuela intrusa
Un loco vals sobre el tapiz,
Y mi ligero pie de musa
Un arco bajo tu nariz.
13. Fragmento de un poema de Sor Juana Inés de la Cruz.
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Cambatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
14. Fragmento de “De una reflexión cuerda” de Sor Juana Inés de la Cruz.
Con el dolor de la mortal herida,
de un agravio de amor me lamentaba,
y por ver si la muerte se llegaba
procuraba que fuese más crecida.
Toda en el mal el alma divertida,
pena por pena su dolor sumaba,
y en cada circunstancia ponderaba
que sobraban mil muertes a una vida.
15. Fragmento de “Tres cosas” de Baltasar del Alcázar
Tres cosas me tienen preso
de amores el corazón,
la bella Inés, el jamón,
y berenjenas con queso.
Esta Inés, amantes, es
quien tuvo en mí tal poder,
que me hizo aborrecer
todo lo que no era Inés.
Trájome un año sin seso,
hasta que en una ocasión
me dio a merendar jamón
y berenjenas con queso.
Fue de Inés la primer palma;
pero ya juzgarse ha mal
entre todos ellos cuál
tiene más parte en mi alma.
¿Cómo citar? & Del Moral, M. (s.f.). Ejemplos de Rima Consonante.Ejemplo de. Recuperado el 13 de Junio de 2024 de https://www.ejemplode.com/11-escritos/212-ejemplo_de_rima_consonante.html
Últimos 10 comentarios
1. dolía - sentía
2. corazón - canción
3. peineta - trompeta
4. niña - piña
Por favor me ayudas, gracias.
teléfono sonaba rin rin y
mi corazón tun tun
y por la tarde mi corazón
de tanto hacer tun tun,
mi teléfono dejo de hacer rin rin.
otro monte,
otra playa,
otro horizonte.
miro el cielo,
miro el sol,
que lindo día,
haciendo calor.