Ejemplo de Versos Alejandrinos

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El verso alejandrino es una forma poética que consta de 14 sílabas divididas en dos hemistiquios de 7 sílabas cada uno, separados por una pausa llamada cesura. Aunque se origina en la poesía griega, fue ampliamente popularizado en la poesía francesa del Medioevo y se ha utilizado en diversas tradiciones poéticas desde entonces.

Breve Historia y Origen del Verso Alejandrino

El verso alejandrino debe su nombre a la ciudad de Alejandría, ubicada en Egipto, que fue un gran centro de cultura y aprendizaje en el mundo antiguo. Este verso fue utilizado en los poemas épicos griegos y latinos que se producían en Alejandría, tales como los poemas alejandrinos que narraban historias de héroes y dioses.

El verso alejandrino llegó a Francia durante la Edad Media, cuando los poetas comenzaron a experimentar con formas poéticas más largas y complejas. En el siglo XII, los poetas trovadores franceses adoptaron el verso alejandrino para sus poemas de amor corteses. Posteriormente, en el siglo XVI, poetas como Pierre de Ronsard y Joachim du Bellay lo utilizaron en sus sonetos y odas. Desde entonces, el verso alejandrino ha sido una característica central de la poesía francesa y ha influido en muchas otras tradiciones poéticas.

Características del Verso Alejandrino

Entrar en el mundo del verso alejandrino significa apreciar sus características distintivas. Este tipo de verso es mucho más que simplemente contar sílabas: es un juego de ritmo, pausa y acento que crea un efecto sonoro único.

  1. Longitud de la línea: Un verso alejandrino consta de 14 sílabas, divididas en dos partes de 7 sílabas cada una.
  2. Cesura: Una pausa en el medio del verso, que divide los dos hemistiquios. Esta pausa no es necesariamente un silencio, sino una disminución del ritmo.
  3. Ritmo: El ritmo de un verso alejandrino es generalmente iámbico, es decir, una sucesión de una sílaba no acentuada seguida de una acentuada.
  4. Rima: El verso alejandrino a menudo sigue un patrón de rima, aunque esto puede variar dependiendo del poema y el poeta.

Estructura del Verso Alejandrino

El verso alejandrino, a pesar de su elegante simplicidad, esconde una estructura detallada que hace de su creación un arte. ¡Vamos a explorarla juntos!

Un verso alejandrino se compone de 14 sílabas divididas en dos partes de 7 sílabas cada una. Estas dos partes, llamadas hemistiquios, están separadas por una pausa conocida como cesura.

Así, cada hemistiquio consta de una unidad rítmica o métrica. Aunque hay variaciones en la disposición de los acentos, es común que cada hemistiquio tenga su última sílaba acentuada.

Aquí tenemos un esquema general de cómo se organiza un verso alejandrino:

1er Hemistiquio

Cesura

2do Hemistiquio

7 sílabas

pausa

7 sílabas

¿Cómo Contar las Sílabas en un Verso Alejandrino?

Contar las sílabas en un verso alejandrino puede parecer intimidante al principio, pero con un poco de práctica, se vuelve más sencillo. Aquí tienes algunos consejos:

  1. No cuentes las palabras, cuenta las sílabas. En poesía, no importa cuántas palabras haya, sino cuántas sílabas.
  2. Ten en cuenta la sinalefa. La sinalefa es una figura retórica que permite unir dos palabras cuando la primera termina en vocal y la segunda comienza con vocal, contándolas como una sola sílaba.
  3. Observa el hiato. El hiato es lo opuesto a la sinalefa: se cuenta una sílaba adicional cuando dos vocales están juntas, pero pertenecen a diferentes sílabas.
  4. Practica con ejemplos. Escoge algunos versos alejandrinos y trata de dividirlos en sílabas. Es la mejor manera de familiarizarte con este tipo de verso.

10 ejemplos de versos alejandrinos explicados

  1. Rubén Darío - "Sonatina"

La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa?

Este verso, perteneciente al poema "Sonatina", representa un buen ejemplo de verso alejandrino. La cesura, indicada por los puntos suspensivos, divide claramente el verso en dos hemistiquios: "La princesa está triste" y "¿qué tendrá la princesa?". Cada hemistiquio consta de siete sílabas, siguiendo el ritmo característico del verso alejandrino.

  1. Federico García Lorca - "Soneto de la Dulce Queja"

Tengo miedo a perder la maravilla

En este verso alejandrino de Lorca, no existe una cesura claramente marcada. Sin embargo, el verso se puede dividir en dos hemistiquios de siete sílabas: "Tengo miedo a perder" y "la maravilla". Este verso muestra cómo se puede preservar el ritmo del alejandrino incluso sin una cesura explícita.

  1. Gabriela Mistral - "Dame la Mano"

Dame la mano y danzaremos; dame la mano y me amarás.

Este verso de Gabriela Mistral presenta una cesura muy clara, indicada por el punto y coma. Los dos hemistiquios son: "Dame la mano y danzaremos" y "dame la mano y me amarás". Nota cómo el punto y coma establece una pausa en el ritmo del verso, pero sin interrumpir el flujo de las ideas.

  1. Antonio Machado - "La Primavera Besaba"

La primavera besaba suavemente la arboleda.

En este verso de Machado, el ritmo del alejandrino se mantiene a pesar de la ausencia de una cesura explícita. El verso se puede dividir en dos hemistiquios de siete sílabas: "La primavera besaba" y "suavemente la arboleda". Este verso ilustra cómo la elección de palabras y la construcción de frases pueden mantener el ritmo del alejandrino.

  1. Miguel Hernández - "Elegía"

El niño yuntero tiene el rostro lleno de surcos.

Este verso alejandrino de Miguel Hernández, a pesar de la falta de una cesura explícita, se puede dividir en dos hemistiquios de siete sílabas: "El niño yuntero tiene" y "el rostro lleno de surcos". Este ejemplo ilustra la flexibilidad del verso alejandrino en la poesía en español.

  1. Pablo Neruda - "Si Tú Me Olvidas"

Quiero que sepas una cosa.

Este verso alejandrino de Pablo Neruda, aunque sin cesura explícita, puede dividirse en dos hemistiquios de siete sílabas: "Quiero que sepas" y "una cosa". El ritmo del alejandrino se mantiene, mostrando cómo la elección de las palabras y la estructura de la frase pueden preservar la musicalidad característica de este tipo de verso.

  1. César Vallejo - "Los Heraldos Negros"

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!

Este verso de César Vallejo ejemplifica un uso interesante del verso alejandrino. Con una cesura marcada por los puntos suspensivos, el verso se divide en dos hemistiquios: "Hay golpes en la vida, tan fuertes" y "¡Yo no sé!". Este ejemplo muestra cómo la colocación de la cesura puede ser utilizada para enfatizar la angustia y la incertidumbre que transmite el poema.

  1. Octavio Paz - "Piedra de Sol"

Amor mío, mi amor, amor hallado.

En este verso alejandrino de Octavio Paz, la cesura no es claramente marcada, pero el verso puede dividirse en dos hemistiquios de siete sílabas: "Amor mío, mi amor" y "amor hallado". Este verso muestra cómo un poeta puede manipular el ritmo del alejandrino para adaptarlo a las convenciones de su propio lenguaje y estilo poético.

  1. Jorge Luis Borges - "Arte Poética"

Y recobrar la visión del Paraíso.

Este verso de Borges, aunque sin cesura explícita, se puede dividir en dos hemistiquios de siete sílabas: "Y recobrar la visión" y "del Paraíso". Este verso ilustra cómo el ritmo del alejandrino puede ser mantenido a través de la elección de palabras y la construcción de la frase.

  1. Juana Inés de la Cruz - "Redondillas"

¿O cuál es más de culpar?

Este verso de Sor Juana, aunque sin una cesura explícita, se puede dividir en dos hemistiquios de siete sílabas: "¿O cuál es más" y "de culpar?". Este ejemplo muestra cómo la estructura del alejandrino puede ser utilizada en la poesía en español para dar un ritmo particular al verso.

El verso alejandrino en español

En español, el uso del verso alejandrino es menos frecuente que en otras lenguas como el francés. No obstante, algunos poetas hispanohablantes han experimentado con él.

Uno de los poetas más destacados que ha empleado el verso alejandrino en sus obras es Rubén Darío. En su poema "Lo Fatal", por ejemplo, se puede apreciar el uso de este tipo de versos:

Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Otro ejemplo es el poema "Los Motivos del Lobo" de Rubén Darío, donde también se emplea el verso alejandrino:

Era el lobo comiendo, devorando rábido,
soñaba (pues los brutos también sueñan) en días
diferentes, en tiempos mejores.

Sin embargo, es importante señalar que, aunque estos poemas usan versos de 14 sílabas, no siguen estrictamente la estructura del verso alejandrino con una cesura claramente definida a la mitad del verso.

El uso del verso alejandrino en español es más común en la poesía modernista, y muchos poetas modernistas experimentaron con formas versificadas que derivaban del alejandrino. Sin embargo, es menos común encontrar poemas enteros compuestos únicamente por versos alejandrinos en la literatura en español.

¿Cómo citar? Figueroa,V. & Del Moral, M. (s.f.). Ejemplo de Versos Alejandrinos.Ejemplo de. Recuperado el 26 de Septiembre de 2023 de https://www.ejemplode.com/41-literatura/2448-ejemplo_de_versos_alejandrinos.html

Escrito por:
Victor Humberto Clemenceau Figueroa
Licenciatura en Filosofía
Universidad Abierta de México
Mauricio del Moral Durán
Mauricio del Moral, fundador y creador de Ejemplo de, es un experto en enseñanza y un apasionado del ámbito educativo desde el año 2007. Ha dedicado una considerable parte de su vida profesional al estudio y al desarrollo de contenidos educativos en formatos digitales de alta calidad. Poseedor de una Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, Mauricio es egresado de la prestigiosa Universidad Intercontinental.
Última modificación: 2023-06-01

Últimos 10 comentarios

  1. Gracias por este artículo tan bueno.
    Por Abduscan 2019-06-09 a las 10:27:17
  2. Muchas gracias, es super.
    Por Catalina 2018-10-09 a las 0:17:56
  3. Mucha gracias, es muy agradable.
    Por Juan Emilio Rodriguez 2018-09-19 a las 22:25:52
  4. Gracias por esta familia tan linda.
    Por johana rodriguez 2014-10-21 a las 19:58:39

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