Ejemplo de Aliteración

La aliteración consiste en la repetición de un sonido varias veces, produciendo un efecto sonoro repetitivo que lo caracteriza. La aliteración es un recurso literario en el que se colocan palabras en forma sucesiva en donde se repite la primera sílaba o primera palabra, produciendo está el efecto sonoro de repetición.

La aliteración es usada en textos como:

• Trabalenguas
• Versos
• Poesía

Ejemplos de aliteración en trabalenguas:

1. “Pepe pecas pica papas con un pico. Con un pico pica papas pepe pecas”.
2. “El rey de Constantinopla se constantinopolizó se quiere desconstantinopolizar, el desconstantinopolizador que lo desconstantinopolice,
3. buen desconstantinopolizador será.”
4. “La araña, la araña que viene de España, te pica, te come y te araña.”
5. El amor es una locura, que cura el cura y si lo cura cometió una locura y ya ni el cura la cura.
6. Gota la gata tiene gatitos, gatean todo el día y pronto gota la gata los llevara a la escuela.
7. Compré pocas copas, pocas copas compré, como compré pocas copas, pocas copas pagaré.
8. Agua pasa por mi casa cate de mi corazón. El aguacate.

Ejemplos de aliteración en versos:

1. Mi mamá me mima.
2. Caminante no hay camino se hace el camino al andar.
3. Dimas le dijo a Gestas, cuanto apestas, y Gestas le dijo a Dimas, para que te arrimas.
4. Tejiendo lana, e hilando hilo.
5. Hilando hilo y tejiendo lana.
6. A chihuahua cuanto apache sin calzón y sin huarache.
7. Valente va en el velero, velero de velas violetas.
8. Vicente el vagabundo, vaga solo por el mundo va y viene Vicente el vagabundo.
9. A Daniel le duele el diente, duele mucho pobre diente, pobre Daniel.

Ejemplos de aliteración en poesía:

1. El jilguero
   Canta, y al sol peregrino de
   su garganta amarilla trigo
   nuevo de la trilla fritura el
   vidrio del trino.
   (Leopoldo Lugones)
2. La tempestad
   El ruido con que rueda la
   ronca tempestad...
   (José Zorrilla)
3. Irrumpes al ras del cielo raso
   con tus roncos ronquidos
   idos en -Re musical.
   Te agarro rampante,
    reafirmo en lo raro que resulta
   rasgar tus ropas,
   rasgar tus ropas como rapaz.
   Y más reclamas.
   Te haces rojo-marrón
   cuando ruegas rabiosa por mi rabia.
   (Félix Rosario Ortiz)
4. “Con el ala aleve del leve abanico”
   (Rubén Darío)