Ejemplos de Poemas Cortos
Los poemas son composiciones artísticas generalmente redactadas en verso que conforman uno de los grandes géneros literarios, la poesía, y cuya característica principal es la búsqueda de la estética, el arte o la belleza a través de la palabra. El término poema proviene del latín poēma que hace referencia al resultado de una acción, a algo que se hace. Así, la etimología hace referencia a lo esencial de un poema: su carácter de creación o realización artística.
Una de las características principales de los poemas es la subjetividad y la exaltación del lenguaje. En un poema el escritor plasma elementos de su subjetividad, de su realidad, de sus pensamientos, ideas, sentimientos, visiones y concepciones y busca externarlos a partir de un uso artístico de la lengua.
Los poemas hacen uso de recursos estilísticos llamados figuras retóricas; su función es embellecer al poema y hacer un uso original y artístico de la lengua, que va más allá del sentido literal y del uso cotidiano del lenguaje. Por ejemplo, se utilizan metáforas, analogías, comparaciones, hipérboles, hipérbaton, prosopopeyas, entre muchos otros recursos estilísticos.
Además, para embellecer el lenguaje se ha empleado a lo largo de la historia de la poesía el ritmo y la rima. El ritmo consiste en darle al poema una cierta velocidad a partir del empleo de la puntuación o el acomodo y elección de las palabras. En cuanto a la rima, consiste en la repetición de ciertos sonidos que le dan una sonoridad al poema.
La extensión de un poema suele ser muy variada. Existen composiciones poéticas que por sí mismas pueden ser un libro entero; por otro lado, hay poemas breves que pueden llegar a ser incluso de un par de versos.
40 ejemplos de poemas cortos:
- “Cobardía” de Amado Nervo
Pasó con su madre. ¡Qué rara belleza!
¡Qué rubios cabellos de trigo garzul!
¡Qué ritmo en el paso! ¡Qué innata realeza
de porte! ¡Qué formas bajo el fino tul...
Pasó con su madre. Volvió la cabeza:
¡me clavó muy hondo su mirada azul!
Quedé como en éxtasis... Con febril premura,
“¡Síguela!”, gritaron cuerpo y alma al par.
...Pero tuve miedo de amar con locura,
de abrir mis heridas, que suelen sangrar,
¡y no obstante toda mi sed de ternura,
cerrando los ojos, la dejé pasar! - “Queja” de Alfonsina Storni
Señor, mi queja es ésta,
Tú me comprenderás;
De amor me estoy muriendo,
Pero no puedo amar.
Persigo lo perfecto
En mí y en los demás,
Persigo lo perfecto
Para poder amar.
Me consumo en mi fuego,
¡Señor, piedad, piedad!
De amor me estoy muriendo,
¡Pero no puedo amar! - “Paz” de Alfonsina Storni
Vamos hacia los árboles... el sueño
Se hará en nosotros por virtud celeste.
Vamos hacia los árboles; la noche
Nos será blanda, la tristeza leve.
Vamos hacia los árboles, el alma
Adormecida de perfume agreste.
Pero calla, no hables, sé piadoso;
No despiertes los pájaros que duermen. - “Campo” de Antonio Machado
La tarde está muriendo
como un hogar humilde que se apaga.
Allá, sobre los montes,
quedan algunas brasas.
Y ese árbol roto en el camino blanco
hace llorar de lástima.
¡Dos ramas en el tronco herido, y una
hoja marchita y negra en cada rama!
¿Lloras?... Entre los álamos de oro,
lejos, la sombra del amor te aguarda. - “A la desierta plaza” de Antonio Machado
A la desierta plaza
conduce un laberinto de callejas.
A un lado, el viejo paredón sombrío
de una ruinosa iglesia;
a otro lado, la tapia blanquecina
de un huerto de cipreses y palmeras,
y, frente a mí, la casa,
y en la casa la reja
ante el cristal que levemente empaña
su figurilla plácida y risueña.
Me apartaré. No quiero
llamar a tu ventana... Primavera
viene ?su veste blanca
flota en el aire de la plaza muerta?;
viene a encender las rosas
rojas de tus rosales... Quiero verla... - “Amanecer de otoño” de Antonio Machado
Una larga carretera
entre grises peñascales,
y alguna humilde pradera
donde pacen negros toros. Zarzas, malezas,jarales.
Está la tierra mojada
por las gotas del rocío,
y la alameda dorada,
hacia la curva del río.
Tras los montes de violeta
quebrado el primer albor:
a la espalda la escopeta,
entre sus galgos agudos, caminando un cazador. - “Sueño despierto” de José Martí
Yo sueño con los ojos
Abiertos, y de día
Y noche siempre sueño.
Y sobre las espumas
Del ancho mar revuelto,
Y por entre las crespas
Arenas del desierto
Y del león pujante,
Monarca de mi pecho,
Montado alegremente
Sobre el sumiso cuello,
Un niño que me llama
Flotando siempre veo. - “Cuando me puse a pensar” de José Martí:
Cuando me puse a pensar
La razón me dio a elegir
Entre ser quien soy, o ir
El ser ajeno a emprestar,
Mas me dije: si el copiar
Fuera ley, no nacería
Hombre alguno, pues haría
Lo que antes de él se ha hecho:
Y dije, llamando al pecho,
¡Sé quién eres, alma mía! - “Crin hirsuta” de José Martí
¿Que como crin hirsuta de espantado
Caballo que en los troncos secos mira
Garras y dientes de tremendo lobo,
Mi destrozado verso se levanta...?
Sí; ¡pero se levanta! A la manera
Como cuando el puñal se hunde en el cuello
De la res, sube al cielo hilo de sangre:
Sólo el amor engendra melodías. - “Como el granado” de Ricardo Yáñez
Como el granado
con sus granadas
tú contigo
platicando.
- “El aleteo” de Ricardo Yáñez
El aleteo
de la flor del cardo
entre espinas
de viento - “Debilidades” de Bertolt Brecht
No tenías ninguna,
yo sólo una,
que amaba. - “La cuerda cortada” de Bertolt Brecht
La cuerda cortada puede volver a anudarse,
vuelve a aguantar, pero
está cortada.
Quizá volvamos a tropezar, pero allí
donde me abandonaste no
volverás a encontrarme. - “Epitafio” de Bertolt Brecht
Escapé de los tigres
alimenté a las chinches
comido vivo fui
por las mediocridades. - “Palabra” de Cristina Peri Rossi
Leyendo el diccionario
he encontrado una palabra nueva:
con gusto, con sarcasmo la pronuncio;
la palpo, la apalabro, la manto, la calco, la pulso,
la digo, la encierro, la amo, la toco con la yema de los dedos,
le tomo el peso, la mojo, la entibio entre las manos,
la acaricio, le cuento cosas, la cerco, la acorralo,
le clavo un alfiler, la lleno de espuma,
después, como a una puta,
la echo de casa. - “Oración” de Cristina Peri Rossi
Líbranos, Señor,
de encontrarnos,
años después,
con nuestros grandes amores. - “Dedicatoria” de Cristina Peri Rossi
La literatura nos separó: todo lo que supe de ti
lo aprendí en los libros
y a lo que faltaba,
yo le puse palabras. - “R.I.P.” de Cristina Peri Rossi
Ese amor murió
sucumbió
está muerto
aniquilado fenecido
finiquitado
occiso perecido
obliterado
muerto
sepultado
entonces,
¿por qué late todavía? - “Oír a Bach” de Cristina Peri Rossi
Oír a Bach
es un insulto
si por mi puerta entran
los más diversos crímenes de la Historia
las más famosas infamias
la desgracia de mi madre
y este amor
que se cae como un espejo
tumbado por el viento. - “Oración por la belleza de una muchacha” de Dámaso Alonso
Tú le diste esa ardiente simetría
de los labios, con brasa de tu hondura,
y en dos enormes cauces de negrura,
simas de infinitud, luz de tu día;
esos bultos de nieve, que bullía
al soliviar del lino la tersura,
y, prodigios de exacta arquitectura,
dos columnas que cantan tu armonía.
Ay, tú, Señor, le diste esa ladera
que en un álabe dulce se derrama,
miel secreta en el humo entredorado.
¿A qué tu poderosa mano espera?
Mortal belleza eternidad reclama.
¡Dale la eternidad que le has negado! - “Letanía” de Fernando Pessoa
Nosotros no nos realizamos nunca.
Somos un abismo que va hacia otro abismo -un pozo que mira al Cielo. - “Pasó la diligencia” de Fernando Pessoa
Pasó la diligencia por el camino y fuése;
y el camino no se volvió más bello, ni siquiera más feo.
Así por esos mundos es la acción humana.
Nada quitamos y nada ponemos; pasamos y olvidamos;
y el sol siempre es puntual, todos los días. - “Es tal vez el último día de mi vida” de Fernando Pessoa
Es tal vez el último día de mi vida.
He saludado al sol levantando la mano derecha,
mas no lo he saludado diciendo adiós.
Hice la seña de que me gustaba verlo antes: nada más. - “Autopsicografía” de Fernando Pessoa
El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
que llega a fingir que es dolor
el dolor que de veras siente.
Y los que leen lo que escribe,
en el dolor leído sienten bien,
no los dos que él tuvo
mas sólo el que ellos no tienen.
Y así en los raíles
gira, entreteniendo la razón,
ese tren de cuerda
que se llama el corazón. - “Hablas de civilización y de que no debe ser” de Fernando Pessoa
Hablas de civilización, y de que no debe ser,
o de que no debe ser así.
Dices que todos sufren, o la mayoría de todos,
con las cosas humanas por estar tal como están.
Dices que si fueran diferente sufriríamos menos.
Dices que si fueran como tú quieres sería mejor.
Te escucho sin oír.
¿Para qué habría de querer oír?
Por oírte a ti nada sabría.
Si las cosas fuesen diferentes, serían diferentes: esto es todo.
Si las cosas fuesen como tú quieres, serían sólo como tú quieres.
¡Ay de ti y de todos los que pasan la vida
queriendo inventar la máquina de hacer felicidad! - “Casida de la rosa” de Federico García Lorca
La rosa
no buscaba la aurora:
Casi eterna en su ramo
buscaba otra cosa.
La rosa
no buscaba ni ciencia ni sombra:
Confín de carne y sueño
buscaba otra cosa.
La rosa
no buscaba la rosa:
Inmóvil por el cielo
¡buscaba otra cosa! - “Casida del llanto” de Federico García Lorca
He cerrado mi balcón
porque no quiero oír el llanto
pero por detrás de los grises muros
no se oye otra cosa que el llanto.
Hay muy pocos ángeles que canten,
hay muy pocos perros que ladren,
mil violines caben en la palma de mi mano.
Pero el llanto es un perro inmenso,
el llanto es un ángel inmenso,
el llanto es un violín inmenso,
las lágrimas amordazan al viento
y no se oye otra cosa que el llanto. - “La luna asoma” de Federico García Lorca
Cuando sale la luna
se pierden las campanas
y aparecen las sendas
impenetrables.
Cuando sale la luna,
el mar cubre la tierra
y el corazón se siente
isla en el infinito.
Nadie come naranjas
bajo la luna llena.
Es preciso comer
fruta verde y helada.
Cuando sale la luna
de cien rostros iguales,
la moneda de plata
solloza en el bolsillo. - “Desvelo” de Néstor Martínez
Luz fantasmal
se posa sobre el jardín
sobre el techo de las casas
en la altura de los árboles
quietud de luna llena
inunda mi cuarto
retroceden las sombras presurosas
mi rostro en la ventana
atestigua la magia nocturna
el hechizo de las estrellas
portal del misterio
abierto a mis sueños
avanza la noche
hacia la muerte luminosa
que asoma, tímida,
con sus rayos de muerte... - “Mendigo” de Néstor Martínez
En cada esquina
esperaré la casualidad
de verte entre la gente
y extenderé la urgida mano
para mendigarte
centavos de tu recuerdo
o lo que alcance
la generosidad de tu memoria... - “Paisaje” de Néstor Martínez
Sube curvilínea la carretera
arriba el imponente cerro
abajo despierta la ciudad
Frente a mi puerta
dejo atrás mis pasos... - “Luna” de Néstor Martínez
Sol de medianoche
Crisol de corazones
Sonriente cuarto menguante
Creciente de pasiones
Llena de placeres
Nueva de fuego
Vocera del amor
Espero con ansias que regreses... - “Me gustó que lloraras” de Jaime Sabines
¡Qué blandos ojos
sobre tu falda!
No sé. Pero tenías
de todas partes, largas
mujeres, negras aguas.
Quise decirte: hermana.
Para incestar contigo
rosas y lágrimas.
Duele bastante, es cierto,
todo lo que se alcanza.
Es cierto, duele
no tener nada.
¡Qué linda estás, tristeza:
cuando así callas!
¡Sácale con un beso
todas las lágrimas!
¡Que el tiempo, ah,
te hiciera estatua! - “Valeriana” de Francisco Urondo
Abandonas tus fuerzas
en busca de nada
instigado por una pasión
curtido por un desaliento
ay dios
quién pudiera decir algo de nuestra propia imagen
luz o sombra espesa y dura
escasa maravilla
lejana certidumbre. - “Hoy un juramento” de Francisco Urondo
Cuando esta casa,
en la que vivo hace años,
tenga
una salida, yo cerraré
la puerta para guardar su calor;
yo la abriré
para que los vientos
de todas partes, vengan
a lavarle la cara;
a remontarla,
de esa manera con que vuelan
las intenciones,
los aparecidos, los recuerdos por venir,
y lo que a uno le asusta
aunque todavía no haya ocurrido. - “Hora tras hora, día tras día” de Rosalía de Castro
Hora tras hora, día tras día,
Entre el cielo y la tierra que quedan
Eternos vigías,
Como torrente que se despeña
Pasa la vida.
Devolvedle a la flor su perfume
Después de marchita;
De las ondas que besan la playa
Y que una tras otra besándola expiran
Recoged los rumores, las quejas,
Y en planchas de bronce grabad su armonía.
Tiempos que fueron, llantos y risas,
Negros tormentos, dulces mentiras,
¡Ay!, ¿en dónde su rastro dejaron,
En dónde, alma mía? - “Orillas del sar” de Rosalía de Castro
A través del follaje perenne
Que oír deja rumores extraños,
Y entre un mar de ondulante verdura,
Amorosa mansión de los pájaros,
Desde mis ventanas veo
El templo que quise tanto.
El templo que tanto quise...
Pues no sé decir ya si le quiero,
Que en el rudo vaivén que sin tregua
Se agitan mis pensamientos,
Dudo si el rencor adusto
Vive unido al amor en mi pecho. - “De la esperanza” de Luis de Góngora
Sople rabiosamente conjurado
Contra mi leño el Austro embravecido,
Que me ha de hallar el último gemido,
En vez de tabla, al áncora abrazado.
¿Qué mucho, si del mármol desatado
Deidad no ingrata la esperanza ha sido
En templo que de velas hoy vestido
Se venera, de mástiles besado?
Los dos lucientes ya del cisne pollos,
De Leda hijos, adoptó: mi entena
Lo testifique dellos ilustrada.
¿Qué fuera del cuitado, que entre escollos,
Que entre montes, que cela el mar, de arena,
Derrotado seis lustros ha que nada? - “Despertar” de Gabriela Mistral
Dormimos, soñé la Tierra
del Sur, soñé el Valle entero,
el pastal, la viña crespa,
y la gloria de los huertos.
¿Qué soñaste tú mi Niño
con cara tan placentera?
Vamos a buscar chañares
hasta que los encontremos,
y los guillaves prendidos
a unos quioscos del infierno.
El que más coge convida
a otros dos que no cogieron.
Yo no me espino las manos
de niebla que me nacieron.
Hambre no tengo, ni sed y
sin virtud doy o cedo.
¿A qué agradecerme así
fruto que tomo y entrego? - “Hallazgo” de Gabriela Mistral
Me encontré a este niño
cuando al campo iba:
dormido lo he hallado
en unas espigas...
O tal vez ha sido
cruzando la viña:
al buscar un pámpano
topé su mejilla...
Y por eso temo,
al quedar dormida,
se evapore como
la helada en las viñas...
¿Cómo citar? Figueroa,V. & Del Moral, M. (s.f.). Ejemplos de Poemas Cortos.Ejemplo de. Recuperado el 13 de Junio de 2024 de https://www.ejemplode.com/41-literatura/4610-ejemplo_de_poemas_cortos.html