Características De Las Normas Jurídicas

Las normas son órdenes generales que emite una autoridad para que todos regulen su propia conducta. Llevan implicados mandatos por los cuales se pretende obligar a cumplirlas. Es por esta obligación que las normas se diferencian de los consejos, las recomendaciones y las advertencias. Estos tres son en cierto grado flexibles y no fuerzan a la persona a actuar de acuerdo con ellos.

Las normas jurídicas se encargan de ordenar la convivencia en una sociedad, en el sentido estricto de que una sociedad es por naturaleza una unión estable y activa de personas orientada a realizar un propósito o conseguir un bien común. Estas normas hacen posibles las relaciones entre las personas y las regulan hasta que se forman vínculos más fuertes entre ellas.

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Características de las normas jurídicas

• Son generales
• Son sociales
• Son estables y uniformes
• Predominante exterioridad
• Coercibilidad
• Bilateralidad creadora de deberes y derechos correlativos

Son generales

Las normas jurídicas son generales porque no están dirigidas a una persona en específico, sino a una totalidad, categoría o generalidad de personas, que puede ser muy numerosa o limitada. Puede tratarse, por ejemplo, de los ciudadanos que formen una localidad, o de los gerentes de tiendas, o más específico, de los gerentes de tiendas de ropa para dama.

Son sociales

La característica más relevante de las normas jurídicas es su esencia social. No sólo en el sentido de las normas morales y religiosas, en las cuales la autoridad y el súbdito constituyen una sociedad, sino en el sentido de que los súbditos a los que se dirigen las normas jurídicas deben estar unidos en una sociedad. Es porque forman sociedad que se les aplican estas normas.

Son estables y uniformes

Dado que deben ordenar la convivencia en la sociedad y no sólo los conflictos eventuales y transitorios, las normas jurídicas deben ser estables y uniformes. Son, tal cual, las reglas de la vida en sociedad y no se debe de cambiar de reglas en el transcurso, a menos que haya razones de suficiente peso para hacerlo.

Predominante exterioridad

El propósito de las normas jurídicas, que es ordenar la vida en sociedad, significa ordenar acciones externas, y coordinar a las personas cuando entran en relación entre sí, es decir, cuando exteriorizan sus actos convirtiéndolos en acciones externas. Por eso las normas jurídicas son predominantemente externas.

Coercibilidad

La coercibilidad es necesaria para poder obtener una pacífica convivencia ordenada al bien común. No se puede abandonar a la espontaneidad de los súbditos el cumplimiento de algo que interesa a todos sino que, por fuerza, estos deberán someterse a esta orden. Lo ideal sería que las personas obedecieran las normas por decisión y voluntad propias. Pero esto no siempre es posible, por lo que se recurre a imponer castigos o advertencias si no se cumple con las normas.

Bilateralidad creadora de deberes y derechos correlativos

Esta es la característica de las normas jurídicas que más la diferencia de las normas morales y religiosas. Dado que el fin de las normas jurídicas es coordinar las conductas de los miembros de una sociedad según el bien común, está claro que esa coordinación no podrá hacerse sin una distribución de tareas complementarias entre sí, cuyo cumplimiento pueda ser exigido por los demás cuando no se haga en forma voluntaria.

Para que las personas puedan alcanzar el bien común, se les reconoce derechos a los que corresponde el deber de los demás de respetarlos y hacerlos efectivos. De este modo, a todo derecho corresponde correlativamente una variedad de deberes: el deber de todos los demás de respetar el derecho del individuo y tal vez algunos deberes concretos de otros individuos específicos que son llamados a realizarlo.

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