Cosmogonía

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“Cosmogonía” es el término que proviene del griego Kosmogonia (“kosmos”, que significa “orden, estructura”; y “gignomai”, que significa “llegar a ser”), y hace referencia al conjunto de relatos, mitos y poemas cuya intención es explicar el origen y la evolución del universo, asociando los protagonistas de éstos con los elementos de la naturaleza.

Para la Cultura Griega, con una tradición literaria que abarca aproximadamente 2800 años, desde la época clásica, con inicio en el 800 a.C., todo comenzó con el Caos, definido como la Nada, la ausencia que lo originó todo.

Desde el Caos se originaron los Dioses Primordiales, que representaban a la Tierra (Gaia o Gea), El Cielo (Urano), el Tiempo (Chronos), el Día y la Noche (Hémera y Nix), la Luz y la Oscuridad (Éter y Érebo), la procreación (Eros), la inevitabilidad (Ananke), el agua, el océano y los mares (Océano, Pontos y Tethys), las montañas (Ourea), las islas (Nesoi) y las profundidades del mundo (Tártaro).

Dios Primordial Urano

Los Dioses Primordiales dominaron el universo y comenzaron con las primeras generaciones de la vida, creando así, Urano y Gaia, criaturas como los Cíclopes, que eran gigantes con un solo ojo, y los Hecatónquiros, gigantes con cien brazos y cincuenta cabezas, de nombres Briareo, Giges y Coto.

Además, los Dioses Primordiales tuvieron como descendencia a los Titanes, una nueva línea generacional de deidades con atributos más específicos. Los principales, hijos de Urano y Gaia, eran doce, divididos en seis Titanes y seis Titánides.

Titán Crono

Los seis Titanes eran Océano (El Agua), Ceo (La inteligencia y el eje del cielo), Crío (Las constelaciones), Hiperión (La luz y los ciclos del día y la noche), Jápeto (La mortalidad y la esperanza de vida) y Crono (El tiempo).

Las seis Titánides eran Phoebe (El intelecto, profetisa del Oráculo de Delfos), Mnemósine (La memoria), Rhea (La Fertilidad Femenina), Temis (Orden natural y ley divina), Tetis (Fuentes de agua) y Thea (La luz brillante del cielo).

Llegó un momento en que los Titanes, con excepción de Océano, liderados por Crono, conspiraron para destronar a Urano. Ceo, Crío, Hiperión y Jápeto sostuvieron las cuatro direcciones del cielo, y Crono, con una hoz plateada, procedió a castrar a su padre Urano. Según el mito, la sangre derramada de esa castración, tras ser envuelta entre la espuma del mar, creó a la diosa Afrodita, que se manifestó surgiendo del interior de una concha.

Así, los Titanes dominaron el Universo por mucho tiempo, y la siguiente descendencia fue apareciendo. Hijos de Crono y Rhea fueron seis nuevos dioses: Hestia (el hogar), Démeter (la agricultura), Hera (el matrimonio), Hades (el inframundo), Poseidón (los mares) y Zeus (los cielos y el relámpago).

Crono, invadido por el pavor de ser derrocado como él había hecho con su padre Urano, decidió ir devorando a sus hijos conforme iban naciendo, como una manera de evitarlo. Cuando era el turno de Zeus de ser devorado, la madre Rhea, en su lugar entregó a Crono una piedra envuelta en pañales, y éste la devoró.

Zeus fue llevado a Creta, a una cueva del monte Egeo, donde fue cuidado por los curetos, que danzaban alrededor de la cueva para que no se escuchara el llanto del niño. Rhea se encargó de que fuera entrenado, y ya crecido, volvió para obligar a Crono a devolver a los cinco hermanos.

Comenzó la guerra de los dioses contra los Titanes, y salieron triunfantes los dioses, liderados por Zeus. Los caídos fueron encerrados en las profundidades oscuras del Tártaro.

Dada la victoria en esa guerra, los dioses acordaron en dividirse los dominios del mundo. A Hades le correspondió el mundo subterráneo, donde moran todas las almas de los muertos por la eternidad. Poseidón recibió los cuerpos de agua, la vasta extensión de los océanos. Zeus tomó los cielos y el poder de los relámpagos, un regalo de los cíclopes.

A partir de ese momento, los dioses se asentaron en el Monte Olimpo, el más alto de Grecia, construyendo sus palacios de cristal. Siguieron teniendo una descendencia numerosa, que abarcaba dioses, Semidioses y criaturas que aportaban a la naturaleza y a la humanidad un determinado carácter o misticismo.

Con la participación de doce dioses, se creó el grupo de los Dioses Olímpicos, conformado por Zeus, Poseidón, Hera, Démeter, Hestia, Ares, Apolo, Artemisa, Atenea, Hefesto, Hermes y Dionisio, principalmente.

Todos los Dioses del Olimpo

De la unión de dioses como Zeus y Poseidón, con diosas y humanas, surgieron las Musas, que son las deidades menores que inspiran las artes; las Horas, que representan a las estaciones del año; las Moiras, que son tres diosas que definen el destino y la muerte de los humanos; las Cárites, un grupo de jóvenes hermosas a las que se atribuía la gracia en los seres humanos, y las Ninfas, que eran seres femeninos que se comportaban como los elementos de la naturaleza, como las montañas, las aguas, los bosques y los prados.

Así la Cosmogonía asignó a cada aspecto de la vida una causa divina y una conducta. A través de la tradición literaria es que se han inmortalizado los textos que la conforman.

¿Cómo citar? Contreras, V. & Del Moral, M. (s.f.). Cosmogonía.Ejemplo de. Recuperado el 26 de Septiembre de 2023 de https://www.ejemplode.com/42-historia_universal/4616-cosmogonia.html

Escrito por:
Victor Contreras Frías
Experto en Ciencias Exactas
Universidad de Guadalajara
Mauricio del Moral Durán
Mauricio del Moral, fundador y creador de Ejemplo de, es un experto en enseñanza y un apasionado del ámbito educativo desde el año 2007. Ha dedicado una considerable parte de su vida profesional al estudio y al desarrollo de contenidos educativos en formatos digitales de alta calidad. Poseedor de una Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, Mauricio es egresado de la prestigiosa Universidad Intercontinental.
Última modificación: 2017-07-18

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