Biografía De Ignacio Allende

Ignacio Allende nació el 21 de enero de 1729, su nombre real fue Ignacio José de Allende y Unzaga, fue hijo de padres españoles y acaudalados, ellos vivían en San Miguel “El Grande”, su padre, Domingo Narciso de Allende y Ayerdy, fue un prospero comerciante y su madre, María Ana de Unzaga, dedicada a su hogar.

Cuando Ignacio Allende, tuvo la edad necesaria, en 1802 se enlisto en el ejército virreinal, estuvo bajo las órdenes de Félix María Calleja. Se enamora y casa con una joven llamada Luz Agustina de las Fuentes, desafortunadamente enviuda al poco tiempo de haberse casado en 1806. Entonces se rodeo de personas con ideas independentistas.

En 1808, a su retorno de Texas, llego al pueblo en donde nació, para hacerse cargo de un nuevo regimiento nombrado como “Los Dragones de la Reina”, y aunque continuaba públicamente al servicio de la corona española, en secreto se reunía con un grupo de criollos en donde planeaban estratégicamente como lograr la independencia de España, Allende fue sorprendido acudiendo a reuniones prohibidas, pero supo astutamente justificarse y no fue reprendido o castigado.

Quienes lo invitaron a participar en la conspiración fue el matrimonio conformado por los Corregidores, Don Miguel Domínguez y Doña Josefa Ortiz de Domínguez, en la reunión fue que conoció al cura Hidalgo y a Juan Aldama.

Dentro de los planes para alzarse en armas, se organizaba para que fuera Ignacio Allende junto a Juan Aldama, quienes iniciaran la sublevación. Pero por ser descubierto su conspiración, entonces prematuramente tuvieron que adelantar la batalla que recayó en el Cura Miguel Hidalgo y Costilla.

De esta manera, Ignacio Allende lucho a lado de Miguel Hidalgo y Juan Aldama. Una vez controlado el pueblo de Dolores, toda la tropa de insurgentes se dirigieron para San Miguel y ahí sus tropas se les unieron. Ya en Celaya, Ignacio Allende fue nombrado "Teniente General", por lo que el Virrey puso precio a las cabezas de los héroes de la patria, donde ofrecía la cantidad de 10 mil pesos.

Aun así los insurgentes continuaron en las batallas de la Alhóndiga de Granaditas y la del Monte de las Cruces. Pero cuando Ignacio Allende propuso a Miguel Hidalgo que se debía tomar también la capital hubo desacuerdos entre ambos y claras diferencias que culminaron hasta que fueron capturados y fusilados.

Posteriormente el Virrey ordeno que fueran decapitados y colocadas sus cabezas en jaulas y puestas en las esquinas de la Alhóndiga de Granaditas.