Ejemplo de Síndrome De Acumulación Compulsiva

El síndrome de acumulación compulsiva, es una enfermedad que se clasifica como uno de los síndromes obsesivo-compulsivos que existen en la gente común; no respeta edades ni clases sociales, aunque es más común en personas de edad media o avanzada.

El acumulador compulsivo por lo general comienza con una simple acumulación de objetos, pero después de un tiempo se presenta en el sujeto el dilema de la utilidad de los artículos que tiene y la acumulación se convierte en algo obsesivo y puede relacionarse con la paranoia y se suele catalogar como disposofobia en la que una persona tiene temores muy marcados de perder los artículos materiales.

El origen de este problema no se ha revelado todavía, pero puede asociarse a:

•    Inseguridad
•    Miedo
•    Ansiedad

Vuelve a las personas retraídas y meditativas, e incluso aisladas, niegan el paso a sus posesiones y comienzan a encimar las cosas una sobre de otra en forma completamente desordenadas.

Se ha asociado ampliamente a los trastornos en los neurotransmisores y se presentan como distintivos:

•    Deficiencias al valorar las cosas conforme a su naturaleza
•    Exceso de inseguridad
•    Una conducta siempre a la defensiva
•    Concede un valor no existente a los objetos materiales.
•    Perdida del orden tanto en su persona como en lo que le rodea.

Un acumulador compulsivo puede negarse rotundamente a tirar las cosas especialmente por miedo a perderlas y por algún apego emocional a las mismas, (asocia afectivamente cada cosa a una persona, hecho o circunstancia)

Ejemplo del síndrome de acomulación compulsiva:

La Sra. Pérez se volvió muy retraída después del deceso de su esposo, y más desde que la ultima hija se casó.

Aun viviendo en la misma casa, la Sra. Pérez se volvió reservada y se encerraba en su habitación. Todos lo consideraron un efecto por el deceso del señor de la casa, pero con el paso  del tiempo, fue juntando todos sus recuerdos en  su habitación, ocupando todos los muebles, e incluso gran parte de la cama.

Se trataba de cosas simples como revistas, periódicos viejos, ropa, etc., pero con el paso del tiempo, fue acumulando cosas nuevas, como son floreros, juguetes y hasta los utensilios de cocina, que ella consideraba parte de sus recuerdos.

Fueron sumándose los regalos de los nietos, sobrinos y hasta de los vecinos.

No obstante eso, después de un tiempo comenzó a guardar cosas que se encontraba en la calle, como botellas, tarjetas, utensilios y herramienta descompuesta que las demás personas desechaban.

Ante este problema la familia la incluía más en todas las actividades familiares, pero se seguía retrayendo al grado tal que comenzó a disminuir su aseo personal.

Al final consultaron el consejo profesional de un psicólogo, quien la convenció de visitar a sus familiares y salir de viaje constantemente, así como una convivencia más armónica con sus familiares.

El tratamiento del síndrome de acumulación compulsiva requiere al igual que la anorexia y la bulimia, una colaboración amplia y esmerada de la familia o de las personas que la asisten.