Ejemplo de Panegírico

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Un panegírico es un discurso de elogio o alabanza, para una persona viva o difunta. También se le da a este nombre a los cantos de victoria militar y a ciertos responsorios de ceremonias religiosas.

Antiguamente un panegírico era un canto u obra teatral dirigidos al pueblo, elogiando al Dios Apolo, dios griego de la salud y por extensión, a los cantos de elogio que acompañaban las obras de teatro. En la antigua Roma, el panegírico era el discurso con el que los cónsules y otros funcionarios imperiales pronunciaban frente al pueblo o frente al senado, agradeciendo el cargo conferido y elogiando las virtudes del emperador.

En la ritualidad cristiana, especialmente en los ritos católicos, coptos y ortodoxos, el panegírico es un discurso alabando las virtudes de un santo, sus milagros y las bendiciones que proporciona.

En la actualidad el panegírico es un discurso que conserva su intención de elogio, aunque este elogio puede dirigirse a diversos objetivos: personas, lugares, monumentos o acontecimientos (efemérides); también se usan los discursos panegíricos para algunos acontecimientos de tipo ritual, como son las bodas o los funerales.

Características del panegírico:

En cuanto a su estructura, un panegírico consta de tres partes:

1. Exordio o prólogo: que es una especie de introducción, en la que se establece de qué o de quién se va a hablar, así como una breve reseña de la intención del discurso.

2. Demostración: Es la parte central del discurso en la que se enumeran, describen y mencionan momentos en que el elogiado demostró sus virtudes e importancia. En los casos de efemérides o monumentos, algunas fechas y lugares que tuvieron relevancia para esos acontecimientos.

3. Epílogo: Es el cierre del discurso, la conclusión en la que se resalta la importancia y trascendencia del homenaje.

En cuanto a su retórica, o sea, en cuanto a la forma de escribirlo y expresarlo, se estila que el lenguaje sea rico en figuras poéticas, exagerado, especialmente en el epílogo. El orador generalmente usa una expresividad también exagerada, tanto en la gesticulación, como en la prosodia y los ademanes.

La excepción a esta costumbre es el panegírico funerario, que se acostumbra en algunos funerales u homenajes póstumos.

En cualquier caso, a pesar de la teatralidad, el panegírico debe tener contenido y ser expuesto en forma tal que se destaque al homenajeado, quedando el orador en segundo plano, como simple narrador, con la excepción de que esté comentando algún suceso en el que haya sido participante.

Ejemplo de panegírico:

Panegírico sobre Miguel Hidalgo:

Señoras y señores, hoy recordamos a un hombre, grande entre los grandes, luchador incansable por sus ideales, y sus grandes ideales fueron los de darnos una patria, un lugar propio por el que nos pudiésemos llamar mexicanos. Hoy recordamos al Padre de la Patria, Don Miguel Hidalgo y Costilla, a 263 años de su nacimiento.

La hacienda de Corralejo, en el pintoresco Pénjamo, en Guanajuato, tuvo la dicha de ver nacer a nuestro héroe, cuya infancia fue la de un niño cualquiera de esos tiempos, que, si bien tenía ciertas ventajas por ser el hijo de Don Cristóbal, el administrador de la Hacienda, esto no le impidió conocer desde estas tempranas experiencias el dolor de las carencias de los más pobres.

Pero su mente despierta maduraba conforme crecía, y pronto la comodidad de la hacienda fue insuficiente para contener sus ansias de conocimiento, por lo que buscando nuevos horizontes fue al seminario de Michoacán, para aprender filosofía, teología, latín y derecho.

Su notable inteligencia despuntó sobre los demás, y a los diecisiete años ya era maestro de filosofía y teología. Por su imparable ansia de conocimiento, pronto aprendió la lengua francesa, por entonces la lengua de la diplomacia y la intelectualidad, y conoció las grandes obras del pensamiento. Pero este joven prócer no olvidó nunca a los más pobres, y para conocer el sufrimiento y las necesidades de su pueblo de sus mismos labios, aprendió también las lenguas nativas: el náhuatl, el purépecha, el otomí, las lenguas de los oprimidos, los idiomas del sufrimiento, los dialectos de los débiles.

Al tiempo que aprendía y conocía sobre las nuevas ideas que trajo la revolución francesa, también vivía los abusos que el gobierno virreinal cometía en la Nueva España, agudizados por la invasión francesa a España. Y Don Miguel no era ajeno a los problemas de la patria, conocía de la suerte de otros hombres de espíritu libertador, con quienes tenía estrecha amistad, como Don Francisco Primo de Verdad, y Fray Melchor de Talamantes. Así que no fue sordo a la invitación a liderar un nuevo movimiento en contra de esta opresión, con otros grandes hombres y mujeres amantes de la libertad: Don Miguel Domínguez, Doña Josefa, su esposa, corregidores de Querétaro, Los Generales Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Abasolo, con quienes planeaba comenzar la lucha contra el mal gobierno en octubre.

Pero la omnipresente traición, junto con la llegada del nuevo virrey, precipitaron los acontecimientos. Los conspiradores fueron mandados apresar. Cuando Don Miguel iba en camino a la Ciudad de México fue avisado de estas aprehensiones. ¿Y acaso nuestro héroe se escondió a esperar una mejor oportunidad, quizá unos días o meses después? No. Su espíritu heroico y sus ansias de libertad le impulsaron a tomar una decisión, la más importante para toda una nación: Comenzar la rebelión contra el mal gobierno, ahí mismo en donde se encontraba, en la cuna de nuestra independencia, en la parroquia del pueblo de Dolores, hoy Estado de Hidalgo. El comienzo de los dolores del parto de nuestra nación fue la madrugada del 16 de septiembre de 1810.

Guio al pueblo en luchas con las que iba recuperando plazas para el pueblo: Acámbaro, Celaya, Salamanca, Atotonilco pronto estuvieron con los independentistas. La toma de la ciudad de Guanajuato y de la alhóndiga fueron la batalla con la que Don Miguel dejó en claro la seriedad del movimiento insurgente. Siguió su avance a importantes ciudades: Valladolid, la actual Morelia, donde se le unió su exalumno, José María Morelos y Pavón en Michoacán, y Toluca, quedando a un paso de la Ciudad de México. El espíritu humanista del padre de la patria le hizo dirigirse al virrey para negociar el término de las hostilidades y pactar la libertad de la nación. Pero el virrey no sólo se negó a la libertad del pueblo, sino que mandó al ejército, que derrotó a Hidalgo en Aculco.

Sin embargo, Don Miguel Hidalgo continuó con denuedo la lucha en el Bajío al lado de otros insurgentes.  Un error les hizo perder la batalla del puente de Calderón, y tenían la necesidad de conseguir más armas y pertrechos. Y nuevamente la sombra de la traición se cernió sobre de ellos, con las más graves consecuencias. Un espía del gobierno les ofreció apoyo para venderles armas, con la promesa de entregárselas en Acatitla de Baján. Por las diferencias de los lugares donde se encontraban sus ejércitos, cada uno de los insurgentes fue capturado conforme llegaban a Acatitla, siendo Hidalgo el último en ser apresado.

Acusado de sedición y rebelión y despojado de todos sus fueros eclesiásticos, Don Miguel Hidalgo, junto con Allende y Aldama fueron condenados a muerte, Y aún ante la muerte Don Miguel Hidalgo, el Padre de la Patria, sabiendo que su heroísmo sería recordado por toda una nación, de frente al Pelotón, sin permitir que le vendaran los ojos, fue fusilado en la capital del Chihuahua, el 30 de Julio de 1811.

Pero las ideas y la lucha libertadora no murieron con el Héroe de la Patria. Dejó encendida la mecha de un ideal, de un anhelo, de una lucha continuada por grandes héroes que siguieron su legado: Don José María Morelos, Mariano Matamoros, Francisco Javier Mina, Vicente Guerrero sólo por mencionar algunos, que culminó con el final nacimiento de nuestra gran nación: México.

Es por ello que hoy rendimos este sencillo homenaje al Padre de la Patria, al Prócer de nuestra Nación, a Don Miguel Hidalgo y Costilla.

¿Cómo citar? Figueroa,V. & Del Moral, M. (s.f.). Ejemplo de Panegírico.Ejemplo de. Recuperado el 26 de Septiembre de 2023 de https://www.ejemplode.com/41-literatura/4312-ejemplo_de_panegirico.html

Escrito por:
Victor Humberto Clemenceau Figueroa
Licenciatura en Filosofía
Universidad Abierta de México
Mauricio del Moral Durán
Mauricio del Moral, fundador y creador de Ejemplo de, es un experto en enseñanza y un apasionado del ámbito educativo desde el año 2007. Ha dedicado una considerable parte de su vida profesional al estudio y al desarrollo de contenidos educativos en formatos digitales de alta calidad. Poseedor de una Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, Mauricio es egresado de la prestigiosa Universidad Intercontinental.
Última modificación: 2016-04-15

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