Biósfera

La biósfera es la capa la tierra donde puede crecer y desarrollarse todas las formas de  vida del planeta. Su significado literal es “esfera de vida”. Se ha clasificado en dos partes o biomas principales:

• Por los biomas, que son las zonas con condiciones de clima, flora y fauna semejantes, y
• Por los ecosistemas, que son las zonas donde interactúan los animales con su medio.

El sistema que forman los seres vivos con su hábitat, es decir con el medio ambiente que los rodea es lo que constituye la biósfera, independientemente de que estos seres vivos habiten en las aguas, en la tierra, en los aires, o en el subsuelo. Es por ello que la biosfera comprende las partes de la atmósfera (la capa de aire que rodea la tierra), la litósfera (la tierra) y la hidrósfera (ríos y mares), en donde pueda haber vida.

La relación establecida entre los seres vivos y su hábitat recibe el nombre de ecosistema; el conjunto de ecosistemas semejantes se le llama bioma, y el conjunto de los biomas integran la biósfera.

Al estar integrada la biósfera por las capas en donde se puede desarrollar la vida, a veces sus límites varían entre una zona de la tierra y otra. Así la biósfera puede abarcar desde alturas como los 9,500 metros en la atmósfera, donde vuelan algunas aves migratorias, hasta profundidades de 2000 o 3000 metros en tierra, donde se desarrollan algunas bacterias, o hasta los 11,000 metros en profundidad en el mar, en las Fosas marianas, donde se ha encontrado fauna abisal.

Cada grupo de seres vivos habita en un ecosistema particular que permite el desarrollo de las características de cada uno de sus habitantes y de su especie, por lo que la biosfera está formada por los diferentes ecosistemas que existen en el planeta.

La actividad humana también se desarrolla en la biósfera. Los cambios naturales como las variaciones climáticas, huracanes, terremotos, volcanes,  así como cambios producto de la actividad humana, como la contaminación, la deforestación o la actividad industrial, así como alteraciones producidas por el ser humano, como la introducción de especies nuevas de plantas y animales en ecosistemas que no son los originarios, pueden llevar a romper este equilibrio, poniendo en peligro la vida de las especies que lo habitan.

La desaparición de especies animales y vegetales es algo que preocupa actualmente a organismos nacionales e internacionales, los cuales han creado zonas protegidas y reservas de la biósfera, que son espacios naturales, terrestres y marinos, que mantienen su estado natural con el objetivo de mantener y conservar la biodiversidad de esos territorios.